La Asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), en colaboración con diversas organizaciones de derechos humanos, presentó hoy el informe titulado «Nadie se va porque quiere: Voces de Nicaragüenses en el Exilio». Este documento, lanzado simultáneamente de manera presencial y virtual, ofrece una mirada profunda sobre las experiencias de miles de nicaragüenses que se han visto obligados a abandonar su país debido a la brutal represión política desatada tras las protestas de abril de 2018.
El informe, elaborado en conjunto con la Unidad de Registro (UDR), la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, y la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), con el apoyo de American Jewish World Service (AJWS), recoge 40 testimonios de estudiantes, activistas, defensores de derechos humanos, feministas y personas de la comunidad LGBTTIQ+. Estas voces relatan el horror de la persecución, que incluye torturas, detenciones arbitrarias, hostigamiento, amenazas de muerte, y la vigilancia constante por parte de las fuerzas del régimen Ortega-Murillo y sus simpatizantes.
Una de las revelaciones más impactantes del informe es la continuidad de la persecución en el exilio, donde los refugiados enfrentan nuevos desafíos, como la discriminación, la falta de acceso a servicios básicos y la constante amenaza de deportación. Además, el informe detalla el profundo impacto psicosocial de esta situación, con niveles alarmantes de depresión, ansiedad y estrés postraumático, que afectan gravemente la salud mental de quienes se han visto obligados a huir.
A pesar de estas adversidades, el informe también resalta la resiliencia y la capacidad de resistencia de los exiliados, quienes han logrado reorganizarse en sus países de acogida, creando redes de apoyo y continuando su lucha por los derechos humanos y la justicia en Nicaragua. Desde el exilio, estos nicaragüenses siguen denunciando las atrocidades del régimen y mantienen viva la esperanza de un eventual retorno a una Nicaragua libre y democrática.
El informe concluye con una serie de recomendaciones dirigidas a la comunidad internacional, instando a los gobiernos y organizaciones a garantizar la protección de los nicaragüenses en el exilio y a apoyar sus esfuerzos por lograr un cambio político en su país. Las organizaciones firmantes hacen un llamado urgente a la solidaridad global y al reconocimiento de los derechos de los refugiados y exiliados nicaragüenses, reafirmando la necesidad de justicia y democracia en Nicaragua.